Nos levantamos a las 11. Primera mañana en el hostal y primera mañana que nos perdemos el desayuno. La noche anterior la pasamos bebiendo cervezas y hablando con gente de todos los países, desde Inglaterra hasta Alemania. Imaginaos a mi intentando entablar una conversación con ellos: puro desastre.
Nos propusimos ir al centro comercial, Galeria Krakowska. Ir al supermercado a comprar agua y el desayuno nos pareció en ese momento la mejor opción. Hay como 10 minutos de caminata desde el hostal, pero es ameno el camino. Puede decirse que va a ser nuestro centro de ocio de aquí a mucho tiempo.
Los polacos tienen fama de ser antipáticos con los extranjeros... yo puedo afirmar que la fama es bien merecida. A menos que su negocio dependa del turismo, no esperéis una sonrisa por parte de nadie. Las palabras que te dirigen después del "¿Hablas polaco?" son cero. Te viran la cara y te ignoran hasta que te vayas. Con gran indignación, me fui sin poder comprar la tarjeta del móvil.
Pensé mucho en ello mientras desayunaba. Uno siempre piensa lo mejor de sí mismo, pero creo que no me equivoco al afirmar que yo al menos fingiría una sonrisa desesperada, impotente por no ayudar al pobre extranjero que va a ayudar en la economía de tu país.
Lo siguiente sería conectarme a Internet y vaciar mi frustración a base de páginas de entretenimiento, películas y series. Pero parece que aún no tenía el día completo: el cargador de mi portátil muere en circunstancias desconocidas. Bueno no, conocidas. Tenía un cortocircuito en algún lugar. Lástima no tener conocimientos de electrónica, pero poco se me puede pedir a estas alturas.
Volvímos a la Galeria en busca de un cargador universal, en Saturn. Nada me dolió más que pagar 40 euros el segundo día de estancia en Polonia. Como si no tuviera ya suficiente con comer y sobrevivir.
Por suerte para mí, el día no podía más que mejorar.
Miguel es un hombre de treinta años procedente de Italia. Le pregunté en qué trabajaba, pero lo único que saqué en claro fue "válvulas de acero". Un compañero mío me comento más tarde "eso no se lo cree nadie, tiene que ser agente secreto o algo". Sus sospechas se basaban en que ese hombre viaja mucho y sabe mil y un idiomas.
A sus 22 años, hizo un Erasmus en Salamanca, de ahí que supiera hablar tan bien el español. Nos relató todo lo que uno se espera que pase en su propio Erasmus. Es un tío increíble.
La noche cayó, y moríamos del hambre. Después de una cena en el Mcdonalds, nos dispusimos a hacer algo de turismo por las calles del centro de Cracovia. Monumentos enormes y bien iluminados. Gente caminando a toda prisa, con sus kebabs recién hechos en sus manos... en serio, kebabs. Puede que sólo sean paranoias mías, pero los polacos SE HINCHAN a comer kebabs. Casi me da hasta envidia salir a la calle y ver la misma imagen cada dos por tres.
Si tuviera que describir a un polaco sería así: alto, ojos azules, antipático y con un kebab en la mano... la descripción de una polaca me la reservo para mí.
"¡Hola españoles!. Yujuuuu". Me devolvió a la realidad un grupo de señoritas muy simpáticas, sentadas a los pies de una estatua. Nos saludaban mientras seguíamos nuestro sendero turístico. ¿Se notaba tanto que éramos españoles?. ¿Tan característicos somos?. Me vino a la mente las palabras de Miguel: "Ustedes dos tienen pinta de ser españoles, sí sí sí. A las polacas les encanta eso, follaréis fijo". Me sentí más hispano que nunca. Tuve que irme de mi país para pillar tal sentimiento.
El resto de la noche la pasamos fotografiando todo tipo de monumentos y calles del centro de Cracovia. Descubrí mi otra gran pasión: la fotografía. Bueno, más que la fotografía, el hecho de sacar fotos como un loco a todo lo que veía o se moviera. Nunca me sentí atraído por el turismo. "Caminar por caminar", esa era mi definición de ello. Resulta que ahora me apasiona caminar y conocer mundo. Cuan idiota puede ser el ser humano, ¿eh?... o cuan idiota puedo ser a veces.
No se cuánto caminamos antes de llegar al río Vistula. Nunca había visto un río. Era como si un continente se hubiera posado en el horizonte, formando así el río. Fue un día completo, que empezó en fondo de un foso y terminó en el cielo...
... Aunque lejos de terminar la noche, nos encontramos con Miguel. No podíamos terminar tranquila la noche, cómo no. Fuimos a por chupitos de vodka. Enormes chupitos de vodka de 45º. Si alguno de nosotros tuvo frío esa noche, no lo volvería a tener. El pub donde nos encontrábamos resultó ser un karaoke. La música la tocaba una banda bastante buena. Un rato agradable en un karaoke y unas risas con el italiano más loco que he conocido, sin duda el día había llegado hasta arriba.
Hace tiempo que no disfrutaba leyendo!! Se te da bien, asi que no lo dejes :D
ResponderEliminarGracias loco º0º. Eso haré xD
EliminarSe te da bien. Así que empieza a escribir novelas!!!
ResponderEliminarY no lo dejes.
gracias socio, eso procuraré º0º
EliminarMe encanto! :)
ResponderEliminar:D thnk u ariannaaaa
EliminarMe gusta saber que cada día va a mejor, y que has descubierto que viajar es lo mejor que hay. (No te voy a decir que me sorprende ese talento a la hora de escribir que tienes, por que todo el mundo te lo ha puesto ya).
ResponderEliminarNo sabría que decirte socio xD. Yo nunca me he visto como un escrito nato ._., pero gracias :D (L)
EliminarPERO QUE PUTÍSIMO AMO DIOS MÍO!!!!
ResponderEliminarNO PUEDO ESPERAR A QUE SALGA TU PRÓXIMO MANUSCRITO!!!
CONTINÚA ASÍ FENÓMENO!!
:D
Jodido troll. Te voy a denegar los comentarios :(
EliminarHe de decir que no lo había leído todo xDD
EliminarAsí que ahora si que te sientes español, eh??
Y te gusta caminar, de aquí en un año a ver en que más cosas cambias :D
Bien tío, te estás conociendo a ti mismo, eso no es tan fácil, así que sigue con tu aventura Polaquil xDD
ResponderEliminarllevo 12 días aquí. No he hecho nada en verdad xD. A ver cmo sigue todo º0º
ResponderEliminarJARACA! FLIRCK!!